El aroma a sal en el aire, el crujido del sendero bajo los pies, nuevos caminos bajo las patas – vacacionar con perro puede ser una verdadera aventura. Pero entre las ganas de viajar y la realidad, suele haber una buena dosis de planificación. Para que tu perro pueda disfrutar de los días más bonitos del año tanto como tú, se necesita preparación, estructura y atención a los pequeños detalles.
No importa si viajas en coche a la montaña, tomas un tren hacia una ciudad nueva o incluso vuelas: unas vacaciones relajadas con perro comienzan mucho antes de la salida. En este artículo te mostramos en qué debes fijarte – desde la elección del destino hasta la lista de empaque, pasando por importantes temas de salud y cuidado durante el viaje.
Elegir el destino – amigable con perros y realista
Antes de que metas el primer calcetín en la maleta, deberías hacerte una pregunta crucial: ¿A dónde vamos – y mi perro se sentirá realmente bien allí?
No todos los destinos de ensueño que se ven en Instagram son aptos para perros. Y no todos los perros disfrutan del mismo tipo de viaje. Mientras que uno ama la playa y el sol, otro prefiere la sombra y la tranquilidad. Por eso vale la pena observar honestamente las necesidades de tu compañero peludo:
- ¿Tolera bien el calor o prefiere climas frescos?
- ¿Se siente cómodo entre multitudes o se estresa fácilmente?
- ¿Tiene limitaciones físicas que dificulten caminatas largas o terrenos empinados?
Regiones costeras tranquilas, zonas rurales o cabañas en la montaña suelen ser ideales – especialmente si te gusta estar en la naturaleza y tu perro puede moverse con libertad. También son posibles los viajes urbanos, siempre que equilibres el ritmo: largos paseos por parques, zonas tranquilas en el alojamiento y poco estrés en el itinerario.
Y algo muy importante: No todo alojamiento que dice ser “pet-friendly” es verdaderamente amigable con los perros. Revisa si los perros solo están permitidos – o realmente son bienvenidos. ¿Hay una camita, un jardín cercado, bebederos, una ducha para perros? Especialmente con perros grandes o si viajas con más de uno, esto puede marcar una gran diferencia.
También debes pensar en el terreno – sobre todo en época de garrapatas. Los bosques, praderas y campos son maravillosos – pero también zonas típicas de garrapatas. Por eso vale la pena preparar una protección eficaz antes del viaje. En la categoría de protección contra garrapatas de emmi-pet encontrarás soluciones suaves pero efectivas que protegen a tu perro sin dañar su piel.
Igualmente importante: una revisión regular del pelaje, especialmente después de caminatas o juegos en el césped. Con las herramientas de alta calidad de la colección de cuidado del pelaje de emmi-pet estás perfectamente equipado para eliminar suciedad, pelo suelto y visitantes no deseados como espigas o garrapatas – sin estrés para tu perro.
Planificación del viaje: tren, coche o avión
Antes de que comience la aventura, surge la pregunta: ¿Cómo vamos a viajar? La elección del medio de transporte influye directamente en cuán relajado vivirá tu perro las vacaciones – o no. Cada medio tiene sus propias exigencias. Por eso es clave evaluar con realismo qué se adapta a tu perro – y qué no.
Viajar en coche – flexibilidad y familiaridad
Para muchos perros, el coche es la forma más cómoda de viajar. Huele familiar, tú estás cerca, y la rutina es conocida. Especialmente los perros que ya viajan a menudo en coche suelen estresarse poco.
Aun así, no todos los perros saltan felices al maletero. Si tu perro se pone nervioso, se marea o se inquieta, debes practicar con trayectos cortos desde temprano – empezando por unos minutos, luego con pequeñas excursiones. Acostúmbralo gradualmente: subir, esperar, arrancar, llegar.
La seguridad es lo primero: usa una caja de transporte ventilada o un arnés de seguridad certificado. También asegúrate de:
- ventilación adecuada (sin corrientes de aire),
- protección solar en las ventanas,
- y acceso constante a agua.
Planea una pausa cada dos horas – no solo para que camine, sino también para descargar la mente. Nuevos olores, sonidos desconocidos, todo eso necesita ser procesado. Un paseo corto, un respiro – y tu perro estará listo para seguir.
Viajar en tren – tranquilo, previsible y planificado
Viajar en tren es una buena opción – pero no para todos los perros. El espacio reducido, los pasajeros cambiantes, el ruido en las estaciones o el ritmo imprevisible pueden ser un reto. Por eso el tren es ideal para perros tranquilos y bien socializados, que toleran espacios cerrados y personas desconocidas.
Puntos importantes de antemano:
- Los perros grandes necesitan billete – normalmente a mitad de precio.
- En la mayoría de trenes existe obligación de bozal, aunque no siempre se exige. Pero el perro debe estar habituado.
- Busca un lugar tranquilo – en el vagón familiar o uno poco concurrido.
Un punto a favor: muchas estaciones ya están adaptadas a perros – con bebederos, zonas verdes o áreas señalizadas. Pero en trayectos largos, asegúrate de ofrecer descansos – al cambiar de tren o en paradas largas.
Viajar en avión – solo si es estrictamente necesario
Viajar en avión con perro es la forma más exigente de viajar – para ti y sobre todo para tu perro. No todos los perros están hechos para eso. Y no todas las aerolíneas aceptan animales.
Solo perros muy pequeños (generalmente menos de 8 kg incluyendo la bolsa) pueden viajar en cabina en una bolsa especial que debe permanecer debajo del asiento. Esto significa: espacio reducido, oscuridad, poco contacto contigo.
Los perros más grandes viajan en la bodega. Y eso implica riesgos: cambios de presión, temperatura, soledad. Si decides hacerlo:
- reserva con antelación, ya que el número de animales por vuelo es limitado,
- elige aerolíneas con experiencia, que ofrezcan bodegas climatizadas,
- consulta al veterinario para evaluar riesgos y evitar sedantes innecesarios.
Con sinceridad: Si tienes dudas sobre si tu perro es apto para volar – probablemente no lo sea. La seguridad está por encima de la aventura. Tal vez haya un destino alternativo – o un cuidador de confianza que lo atienda mientras tú viajas.
La preparación lo es todo – lo que debes organizar con tiempo
Unas buenas vacaciones con perro comienzan mucho antes del viaje – con cabeza clara y atención a los detalles. Porque mientras nosotros sabemos lo que viene, tu perro depende de tu planificación. Cuanto más estructurado y relajado lo organices todo, más fácil será para él adaptarse.
Revisión veterinaria:
Una visita al veterinario es obligatoria – no por desconfianza, sino por cuidado. Hazle un chequeo general antes del viaje: ¿vacunas al día? ¿estado de salud general? ¿medicación necesaria? No olvides el botiquín, la protección contra parásitos, y consulta si un sedante suave puede ser útil. Especialmente en viajes largos o vuelos puede ser un alivio.
Documentos de viaje:
Tu perro también necesita papeles – sobre todo si cruzas fronteras. Pasaporte europeo para mascotas, vacunación antirrábica vigente, chip, y posibles formularios adicionales según el país. Infórmate con tiempo. Estar bien preparado significa viajar sin estrés.
Alojamiento:
No todos los “dog-friendly” lo son de verdad. Pregunta: ¿Puede el perro entrar al comedor o terraza? ¿Hay reglas por tamaño, número o comportamiento? ¿Debe quedarse afuera si llueve? Una llamada o correo evita malentendidos – y sabrás qué esperar. Cuanto más claras las reglas, más seguro se sentirá tu perro.
Planificación diaria:
Tu perro no será bienvenido en todos lados – y está bien. Pero prepárate. ¿Qué harás si visitas un museo y él no puede entrar? ¿Hay cuidadores caninos o guardería en destino? ¿Puede quedarse solo unas horas en el alojamiento – o necesitas practicar eso antes? Una planificación flexible y adaptada al perro vale oro – para él y para tu tranquilidad.
Consejo:
Un perro no viaja por los monumentos – viaja por ti. Y cuanto más claro y tranquilo sea el entorno que le das, más a gusto se sentirá.
Lista de equipaje ideal para tu perro
✓ Pasaporte europeo
✓ Manta o cama favorita
✓ Comedero y botella de agua
✓ Comida y snacks (para todos los días)
✓ Bolsas para excrementos
✓ Correa, correa larga, collar y arnés
✓ Botiquín y medicación
✓ Juguetes para el día a día
✓ Bozal (para el tren o emergencias)
✓ Pinza para garrapatas
✓ Toalla / manta
✓ Utensilios de higiene dental como nuestro cepillo ultrasónico emmi-pet PRO para perros y gatos
Consejo extra: Empaca también un olor familiar – como una camiseta usada o una manta conocida. Ayuda especialmente en lugares nuevos para dormir.
Cuidado durante las vacaciones – ¡no lo olvides!
También en vacaciones, tu perro sigue teniendo necesidades diarias. No solo comer, moverse y recibir cariño – también necesita cuidados.
El agua salada, arena, viento o largas caminatas pueden provocar irritaciones, enredos o suciedad en las patas.
La higiene dental no debe descuidarse durante el viaje. Nuevas golosinas, largos trayectos o cambios en la alimentación pueden afectar las encías y la flora bucal.
Con nuestro compacto y silencioso emmi-pet PRO puedes mantener una higiene dental profunda sin complicaciones, también en vacaciones. Sin vibración, sin fricción, sin estrés – solo ultrasonido silencioso y eficaz.
Unos minutos al día – y tu perro no solo estará limpio, sino también bien cuidado.
Planifica descansos – para cuerpo y mente
Las vacaciones más bonitas pueden ser abrumadoras – especialmente para perros acostumbrados a una rutina diaria clara. Nuevos lugares, olores, horarios: todo eso debe asimilarse.
Planea tiempos tranquilos. Paseos sin rumbo, siestas a la sombra, descansar juntos en la terraza. Los perros no son turistas – necesitan ritmo.
También los estímulos como otros perros, ruidos nuevos o multitudes pueden agotarlos emocionalmente. Obsérvalo bien – y respeta si no puede “rendir”.
Vacaciones con perro – relajadas gracias a preparación y cercanía
Viajar con perro no siempre es fácil – pero sí una hermosa manera de profundizar vuestro vínculo. Si lo preparas, lo acompañas y le das estructura, no solo te seguirá – te acompañará.
Presta atención a sus necesidades, planifica con realismo y mantén sus rutinas – incluso en lugares nuevos. Porque al final no importa cuán lejos vayan – sino cuán cerca estén el uno del otro.